Curiosidades de la luna

La luna es el único satélite natural de nuestro planeta, es decir, un cuerpo celeste que orbita alrededor de la Tierra. Su presencia ha sido fundamental para la estabilidad del clima terrestre, ya que su influencia gravitacional regula las mareas y estabiliza la inclinación del eje de la Tierra.

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La luna con un diámetro ecuatorial de 3.474,8 kilómetros es el 5º satélite más grande de nuestro Sistema Solar. Además, es el mayor satélite en relación con el planeta siendo un cuarto del diámetro de la Tierra y 1/81 de su masa.

La luna se compone de tres capas principales: la corteza, rica en silicatos, óxidos de aluminio, de calcio y hierro; el manto, formado por rocas de hierro y magnesio; y un núcleo pequeño, formado por hierro. El elemento más abundante es el oxígeno con un 43%, seguido del silicio (20%), magnesio (19%), hierro, aluminio, trazas de cromo, titanio y magnesio.

Existen 1.600 cráteres registrados en la luna. Un cráter es una depresión que se genera, por ejemplo, por el impacto de un meteorito. Los principales cráteres de la luna son los denominados Tycho, Copérnico, Aristarco, Grimaldi, entre otros. Sus nombres hacen referencia a científicos, artistas, exploradores, eruditos, cosmonautas y astronautas. A medida que se descubren nuevos cráteres, la lista va creciendo.

El punto más elevado de la luna alcanza los 10.786 metros sobre el nivel medio lunar, superando en altura al Monte Everest, la montaña más alta de la Tierra. Este punto máximo se encuentra en la cara oculta de la luna en una región montañosa conocida como Montes Leibnitz, que forma parte del borde del gigantesco cráter Aitken, en el Polo Sur lunar. El cráter Aitken es uno de los cráteres más grandes y antiguos del Sistema Solar, y su impacto dejó cicatrices profundas en la superficie lunar, formando enormes cadenas montañosas a su alrededor.

La teoría que más se ha aceptado sobre el origen de la luna es la del impacto gigante, que indica la sugerencia de que la luna se formó después de que un cuerpo del tamaño del planeta Marte colisionara con la Tierra cuando era joven hace unos 4,5 mil millones de años. Los restos expulsados se habrían acumulado para formar nuestro satélite natural. Sin embargo, existen otras teorías y la historia exacta de cómo la luna llegó a existir, sigue siendo un enigma difícil de resolver.

La luna está en rotación síncrona con la Tierra, lo que significa que siempre muestra la misma cara hacia nosotros. Este fenómeno se debe a que la luna rota sobre su propio eje en el mismo tiempo que tarda en orbitar la Tierra, aproximadamente 27.3 días. Como resultado, desde nuestro planeta sólo podemos observar una de sus caras, conocida como el "lado visible", mientras que el otro lado es comúnmente llamado el "lado oculto" o el "lado oscuro", aunque en realidad también recibe luz solar.

La gravedad lunar es aproximadamente una sexta parte de la gravedad terrestre. Esto significa que los astronautas en la luna pueden saltar mucho más alto y llevar cargas más pesadas con menos esfuerzo. Esta diferencia de gravedad es también una de las razones por las que la exploración lunar presenta desafíos únicos en comparación con las misiones en la Tierra.

A diferencia de la Tierra, la luna no posee atmósfera. En su lugar, está rodeada por una tenue exosfera compuesta principalmente de hidrógeno, helio y trazas de otros gases. Esta falta de una atmósfera densa significa que la luna no puede retener calor, lo que provoca variaciones extremas de temperatura en su superficie, que pueden oscilar entre -173 °C durante la noche y 127 °C durante el día.

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Las grandes llanuras oscuras que podemos observar en la superficie lunar se llaman "mares lunares", pero no contienen agua. Estas áreas, son en realidad vastas llanuras de basalto, formadas por antiguas erupciones provocadas por impactos de meteoritos. Al conjunto de mares lunares se le denomina como “maria”. Entre los más conocidos están el mar de la tranquilidad (Mare Tranquillitatis) y el mar de la serenidad (Mare Serenitatis).

La luna es el único cuerpo celeste en el que el ser humano ha realizado un descenso tripulado, logrado por primera vez con la misión Apolo 11 en 1969, marcando un hito en la exploración espacial y dejando un legado duradero para futuras misiones.

Aunque la luna no tiene tectónica de placas como la Tierra, sí experimenta "terremotos lunares" o "lunamotos". Estos sismos son causados por el enfriamiento y la contracción de la luna, así como por la gravedad terrestre. Los sismómetros colocados por los astronautas del programa Apolo han registrado estos movimientos, algunos de los cuales pueden durar hasta una hora.

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