Lluvia: qué es, cómo se forma, tipos y cómo se mide

La lluvia es un fenómeno natural que ocurre cuando el vapor de agua en la atmósfera se condensa en nubes y forma gotas de agua bastante grandes para caer hacia el suelo.

La lluvia puede variar en intensidad. Desde una llovizna ligera que apenas moja el suelo, hasta tormentas intensas que pueden provocar inundaciones. Aunque a veces puede ser molesta o inconveniente, es vital para la vida en el planeta, ya que garantiza que las plantas, los animales, las personas y el resto de seres vivos tengan el agua que necesitan para sobrevivir. Por tanto, la lluvia forma parte del ciclo del agua y es esencial para que la vida sea tal y como la conocemos. Aquí puedes aprender sobre Qué es el ciclo del agua.

La formación de la lluvia sigue un proceso cíclico que forma parte del ciclo del agua.

1. Evaporación

Este ciclo comienza con la evaporación, que ocurre cuando el sol calienta la superficie del agua en océanos, ríos, lagos e incluso en el suelo húmedo. El agua se convierte en vapor y sube a la atmósfera, donde las temperaturas son más frías.

En este otro post puedes conocer más información sobre Qué es la evaporación del agua y ejemplos.

2. Condensación

A medida que el vapor asciende, se va enfriando. Este proceso lleva a la condensación, que es cuando el vapor de agua se transforma nuevamente en pequeñas gotas líquidas. Estas gotitas se agrupan alrededor de partículas microscópicas suspendidas en el aire, como polvo, sal marina o humo. Este agrupamiento de gotas de agua y partículas forma las nubes.

En este enlace conocerás más sobre Qué es condensación del agua y ejemplos y aquí sobre Cómo se forman las nubes.

3. Precipitación

Con el tiempo, las gotas de agua dentro de las nubes crecen al chocar entre sí, y cuando se hacen lo suficientemente grandes y pesadas, ya no pueden mantenerse en suspensión. Entonces, sucede la precipitación, es decir, las gotas caen hacia la superficie Tierra en forma de lluvia, nieve o granizo, dependiendo de la temperatura del aire a medida que descienden. En el caso de la lluvia, las gotas caen en estado líquido. Cuando llegan al suelo, esa agua puede fluir hacia ríos y océanos o infiltrarse en el suelo para alimentar las aguas subterráneas, cerrando así el ciclo del agua, porque a partir de ahí volverá a evaporarse.

Aquí podrás conocer más sobre los Tipos de precipitaciones.

Existen varios tipos de lluvia, que se diferencian según su origen y las condiciones atmosféricas en las que se forman:

Lluvia convectiva

Este tipo de lluvia ocurre cuando el aire caliente y húmedo se eleva rápidamente, debido a la energía del sol que calienta la superficie terrestre. A medida que el aire asciende, se enfría y el vapor de agua se condensa en gotas que forman nubes y finalmente precipitan. Es común en zonas tropicales y durante los meses más cálidos del año, y suele presentarse en forma de tormentas intensas, aunque breves.

Lluvia orográfica

La lluvia orográfica ocurre cuando el aire húmedo es obligado a ascender por la presencia de una montaña o cordillera. Al subir, el aire se enfría y el vapor de agua se condensa, formando nubes y precipitación. Este tipo de lluvia es frecuente en zonas montañosas, donde un lado de la montaña, el que enfrenta al viento, recibe mucha lluvia (conocido como el "lado de barlovento"), mientras que el lado opuesto (el "lado de sotavento") queda más seco, dando lugar a fenómenos como las "sombras de lluvia".

Lluvia frontal

Se produce cuando dos masas de aire de diferentes temperaturas se encuentran. Normalmente, una masa de aire cálido se encuentra con una masa de aire frío. El aire cálido, al ser menos denso, es forzado a subir sobre el aire frío. Conforme el aire cálido asciende, se enfría y el vapor de agua se condensa, generando lluvia. Este tipo de precipitación suele ser más prolongada y menos intensa que la lluvia convectiva.

Llovizna

La llovizna son las gotas de agua muy pequeñas que caen despacio y de manera continua, generalmente sin alcanzar mucha intensidad. Suele ocurrir en capas bajas de la atmósfera cuando las nubes son bajas y delgadas. Aunque no es intensa, la llovizna puede durar mucho tiempo, humedeciendo el ambiente sin llegar a formar charcos significativos.

Chubascos

Los chubascos son lluvias intensas, pero breves, que caen de manera repentina y pueden cesar en cuestión de minutos. A menudo están asociadas con nubes de tipo cumulonimbus, las mismas que generan tormentas. Aunque un chubasco puede ser de corta duración, puede traer consigo gran cantidad de agua en poco tiempo.

Puedes conocer más sobre los Chubascos: qué son y cómo se forman.

Tormentas

Las tormentas son un tipo de lluvia convectiva, pero mucho más intensa. Están acompañadas de fuertes vientos, truenos, relámpagos y a veces granizo. Estas lluvias pueden llegar a ser torrenciales y generar grandes acumulaciones de agua en cortos períodos, causando inundaciones en algunas áreas.

En este enlace puedes informarte más acerca de la Lluvia torrencial: causas, consecuencias y qué hacer.

El pluviómetro es el instrumento más común para medir la lluvia. Consiste en un cilindro que recoge el agua de lluvia en su interior. La cantidad de agua acumulada se mide en milímetros (mm), que es la unidad estándar para la medición de la precipitación. Un milímetro de lluvia significa que ha caído un litro de agua por cada metro cuadrado de superficie. Los pluviómetros son simples, pero muy precisos.

La lluvia tiene una amplia gama de consecuencias, tanto positivas como negativas, dependiendo de su intensidad, duración y la región donde ocurra:

Consecuencias positivas de la lluvia

• Recarga de recursos hídricos: la lluvia es una fuente crucial de agua dulce. Al caer, reabastece los ríos, los lagos y los acuíferos subterráneos, lo que es esencial para el suministro de agua potable y para las actividades agrícolas e industriales. Aquí puedes aprender más sobre los Recursos hídricos: qué son, ejemplos e importancia.
• Fertilización natural del suelo: la lluvia ayuda a transportar nutrientes desde el aire y las capas superiores del suelo hacia las plantas, beneficiando su crecimiento.
• Mantenimiento de ecosistemas: muchos ecosistemas, como los bosques, los humedales y las praderas, dependen de la lluvia para su supervivencia. Las plantas y animales necesitan el agua que proporciona la lluvia para mantenerse hidratados, crecer y reproducirse. Además, la lluvia regula el clima local, manteniendo el equilibrio necesario para la vida silvestre.
• Reducción de la contaminación del aire: la lluvia actúa como un limpiador natural de la atmósfera, arrastrando partículas de polvo, polen y otros contaminantes hacia el suelo. Esto mejora la calidad del aire, lo que es especialmente beneficioso en áreas urbanas o industrializadas, donde la contaminación puede ser un problema significativo.

Consecuencias negativas de la lluvia

• Inundaciones: las lluvias intensas o de larga duración pueden saturar el suelo y desbordar ríos y lagos, provocando inundaciones. Las inundaciones pueden causar daños graves a viviendas, infraestructuras, cultivos y carreteras.
• Deslizamientos de tierra: cuando la lluvia cae en terrenos montañosos o empinados, puede saturar el suelo y hacerlo inestable. Esto puede provocar deslizamientos de tierra, que son corrimientos de grandes masas de tierra y rocas que pueden destruir carreteras, edificios y cultivos, además de poner en peligro vidas humanas.
• Erosión del suelo: la lluvia intensa, especialmente en terrenos desnudos o con poca vegetación, puede causar erosión del suelo. Las gotas de lluvia golpean el suelo con fuerza, arrastrando partículas de tierra hacia ríos y arroyos.

Ahora que ya sabes más acerca de qué es la lluvia, cómo se forma, sus tipos, cómo se mide y sus consecuencias, te animamos a leer este otro artículo de EcologíaVerde sobre el Petricor u olor a lluvia: qué es, de dónde sale y por qué nos gusta.

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