Partes del pulpo

Los pulpos tienen una cabeza desarrollada con un gran cerebro: uno de los mayores del reino animal y con la más elevada proporción cerebro-masa corporal de todos los invertebrados. En la cabeza se sitúa la cavidad bucal, dos ojos complejos y el sifón. Junto al cerebro existen dos órganos especiales que se denominan estatocistos, su estructura es parecida a la de un saco y contiene una masa mineralizada y pelos sensibles que les brindan información sobre cambios en la posición del cuerpo asociados con la gravedad.

En este artículo te explicamos Cuántos cerebros y corazones tiene un pulpo.

La cavidad bucal de los pulpos está formada por una rádula y un pico de loro. El pico de loro está constituido por poderosas mandíbulas que pueden cortar y desgarrar tejidos de presas de gran tamaño. Este alimento es luego procesado en la rádula, un órgano quitinoso con forma de pinchos que actúa como una lengua, permitiendo el paso de este a la cavidad del manto. En los octópodos existen glándulas salivales que secretan veneno paralizando a sus presas y enzimas proteolíticas que facilitan el proceso digestivo.

Los ojos de los pulpos son uno de los más complejos del reino animal y resultan muy similares al de los vertebrados como los peces. Estos presentan córnea, cristalino, cámaras y retina. Sus pupilas tienen forma de rendija y se ubican de forma horizontal. Si bien no pueden detectar colores, sí pueden reconocer distintas formas y recordarla durante un tiempo considerable.

El sifón es un embudo muscular que comunica la cavidad paleal con el medio externo. Este puede tener diversas funciones, pero particularmente en los cefalópodos, como los pulpos, saca el agua de la cavidad paleal a propulsión, permitiendo su desplazamiento y huida.

El manto es una funda de tegumento que protege la masa visceral y se encuentra fusionado con la parte posterior de la cabeza del pulpo. Tanto en los pulpos como en los calamares el manto musculoso interviene en la locomoción del animal.

La cavidad del manto o cavidad paleal, es aquella que contiene el resto de los órganos vitales del pulpo como las branquias. A su vez, dentro de esta cavidad se vierten los productos del sistema digestivo, excretor y reproductor.

Los pulpos poseen el típico pie de los moluscos transformado en un conjunto de ocho apéndices flexibles provistos de dos filas de ventosas a los que comúnmente se los conoce como "brazos" y erróneamente como tentáculos. Dichos apéndices poseen células táctiles y quimiorreceptores que le brindan un excelente sentido del tacto. Los dos brazos posteriores suelen utilizarse como medio de locomoción, ya que muchas especies suelen reptar sobre rocas, mientras que el resto son utilizados en la búsqueda de alimento y en la sujeción de las presas. Algunos pulpos que habitan aguas profundas presentan sus brazos unidos por membranas adoptando en su conjunto la forma de un paraguas. Esta particular morfología les permite nadar de forma similar a las medusas, abriendo y cerrando sus brazos de forma rítmica.

Descubre Cuántos tentáculos tiene un pulpo.

En los pulpos el intercambio gaseoso se realiza a través de branquias (alojadas en la cavidad del manto), capaces de absorber un gran porcentaje de oxígeno a través de sus laminillas. Durante la respiración, el pulpo introduce agua en la cavidad del manto, esta pasa a través de las branquias y es expulsada por el sifón. ¿Sabías que cuando el animal descansa aproximadamente el 41% de la absorción de oxígeno la realiza a través de la piel?

La piel está formada por una delgada epidermis externa con células mucosas y sensoriales y una dermis de tejido conjuntivo constituida por fibras de colágeno y diversas células con pigmentos, como por ejemplo los cromatóforos, que permiten rápidos cambios de color. En general, estos cambios de color están dados por la presencia de cromatóforos, células epidérmicas elásticas que contienen pigmentos. Cuando los cromatóforos se extienden, el pigmento se dispersa y cambia el diseño del color del animal, permitiéndole camuflarse. Si este último se relaja vuelve a su color original.

La bolsa de tinta de los cefalópodos desemboca en el recto, detrás del ano. Esta glándula produce un líquido de color marrón o negro por su gran concentración de melanina, que expulsan cuando se sienten amenazados o en peligro, como por ejemplo, frente a la presencia de un depredador. El saco se encuentra muy cerca del sifón y esto hace que el pulpo pueda expulsar la tinta a través de un chorro de agua.

En los machos de los pulpos existe un brazo modificado denominado brazo hectocotíleo o hectocótilo que actúa como órgano copulador y en cuyo extremo existe una depresión en forma de cuchara, la lígula. Este apéndice recoge los espermatóforos y los introduce en la cavidad paleal de la hembra, depositándolos (como en el caso de los especímenes del género Octopus), en el interior del oviducto. En los pulpos bentónicos el hectocótilo suele ser el tercer brazo.

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