Philodendron rugosum: cuidados, riego y reproducción

• Es una planta trepadora, con grandes hojas rugosas y de color verde oscuro, que normalmente son lobuladas o hendidas. Ese color verde puede verse combinado con verde claro, blanco y morado. Cuenta con tallos semileñosos que son los que le ayudan a trepar por las paredes o troncos. Pueden ofrecer un ligero perfume.
• Gracias a sus tallos semileñosos, son fácilmente trepadoras, por lo que podemos sembrarlas al borde de una pared y crecerán apoyándose en ella, cubriéndola con grandes hojas siempre que les brindemos buen sustrato y suficiente agua.
• Son de las plantas tropicales más resistentes, por eso son tan buscadas para decoración de interiores.
• En ocasiones cuenta con flores minúsculas de color rojo, blanco y amarillo. Estas flores pueden verse mejor en la naturaleza, ya que dentro del hogar es casi imposible que se den. De igual forma, sus pequeños frutos que tienen forma de baya, sólo son visibles en plantas que vivan en su zona de origen, que es la América tropical.
• Hay que tener cuidado de que los niños y las mascotas del hogar no muerdan sus hojas, pues son tóxicas tanto para los animales como para las personas, al contener cristales de oxalato de calcio, lo que se traduce en veneno para otros seres vivos.

En este otro artículo puedes encontrar más Plantas trepadoras.

Es una planta que necesita muy buena luz, pero no debe llegarle de forma directa. A más luz, mayor coloración oscura tendrá. A pesar de necesitar mucha luz, el sol directo no le beneficia pues tiende a quemar sus hojas. Cuando se les ubica dentro de casa, son plantas capaces de sobrevivir con poca luz, pero no crecen en su mejor versión. Si buscas plantas que crezcan bien en interior de estas características, aquí puedes conocer las Plantas de interior que necesitan poca luz.

Requiere de una temperatura que vaya de los 20 ºC a los 25 ºC en el sol, y más de 12 ºC por la noche. A menos temperatura de la indicada comenzará a decaer. En invierno hay que cuidarla del frío intenso y de las corrientes de aire frío.

El sustrato debe ser ligero y se recomienda preparar una mezcla para el sustrato del filodendro rugoso con arena, fibra de coco, corteza de pino, perlita y humus de lombriz.

Este mismo sustrato puede servir como un nutriente extra, y se pondrá en la superficie de la maceta, de manera mensual en primavera y en verano. Al llegar el otoño y el invierno, puede abonarse bimensualmente. También se le puede administrar abono o fertilizante especial para plantas verdes, como los filodendros.

En estos enlaces puedes comprar algunos de los materiales que necesitarás para el sustrato y el abono:

• Fibra de coco
• Corteza de pino
• Perlita
• Humus de lombriz
• Fertilizante para plantas verdes

Necesita un riego moderado, pero debe estar húmeda siempre. En las épocas secas y de calor, hay que aumentar la cantidad de agua con dosis de spray en la superficie. Sin embargo, a pesar de que requiere humedad continua, también es bueno esperar a que los bordes de la maceta se vean un poco secos, para que el aprovechamiento del agua sea óptimo. El exceso de agua podría pudrir las raíces.

Una muestra de tecnología de riego útil para estas plantas son los autorriegos de barro o arcilla, que son pequeños artefactos que se insertan en la maceta y al llenarlos de agua, la van filtrando poco a poco a las raíces de la planta. Las hojas amarillentas son un signo de que nos estamos excediendo en el riego, así que si vemos esto, debemos pausar las dosis de agua. Aquí puedes conocer más sobre las Hojas amarillas en las plantas: por qué y soluciones. Además, en este enlace podrás comprar Las mejores regaderas para plantas y en este botón podrás encontrar los autorriegos de terracota o barro:

Es necesario podar sus tallos y hojas secos. El corte se debe hacer con tijeras limpias y afiladas, para procurar el menor daño a la planta. Primero hay que ubicar el nodo y luego hacer el corte justo por encima de éste. No hay que esperar a una estación del año concreta para podarlo, ya que en realidad lo que hay que podar son las partes de la planta que se hayan dañado y los tallos que estén secos.

La poda no debe hacerse en las raíces áreas del filodendro, pues podríamos dañar la planta entera, al ser éstas, parte fundamental de su estructura. En lugar de podarlas podemos enredarlas hacia arriba y entretejerlas en la planta misma, o volver a introducirlas en la tierra de la maceta sin romperlas. Esta poda ayuda a mantener la planta dentro del espacio destinado, porque su crecimiento puede llegar a ser muy abundante.

En este otro post puedes encontrar y comprar Las mejores tijeras de podar.

La forma más sencilla de reproducirla es por medio de la plantación de esquejes. Éstos deben cortarse en donde haya una hoja y hacer el corte sobre un nodo o nudo, para plantarse inmediatamente en otra maceta. Es buena idea hacerlo en primavera, especialmente si las raíces han crecido tanto que ya no caben en la maceta.

También es posible pasar los esquejes a un recipiente con agua. Igualmente, se deben elegir con hoja y nodos, y de estos se desarrollarán nuevas raíces. Puedes pasarlo después a tierra para continúe con creciendo. Recuerda preparar el sustrato como se mencionó anteriormente. Tales procesos se pueden hacer en primavera, y en pocas semanas ya tendremos nuevas y jóvenes plantas de filodendro rugoso.

En este otro artículo podrás aprender Cómo enraizar esquejes.

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