Tipos de Philodendron

Es un híbrido del Philodendron erubescens con variegación en sus hojas, es decir, que muestra un cambio de coloración. En este caso, el verde intenso de sus hojas ha cambiado a diversos tonos de rosa. Es fácil de cuidar, pero dado que es una planta que se ha puesto de moda, es algo difícil de conseguir y sus precios suelen ser elevados.

Cuenta con un brillo aterciopelado en sus largas hojas en forma de corazón que llegan a medir 30 centímetros de largo y a veces más. Es aconsejable cubrir sus raíces con algo de arena y musgo para que conserven humedad. Y también se aconseja podar sus flores que no aportan mucho a su valor estético.

El encanto de esta planta lo encontramos en sus hojas únicas que muestran un patrón individual, enmarcado en sus manchas y rayas blancas. Ninguna hoja se parece a otra, por lo que se vuelve un punto de atención dentro de la decoración de interior.

Es uno de los más apreciados por su belleza y elegancia. Su hoja es aterciopelada y en forma de corazón. Puede estar en una maceta, colgar, trepar o arrastrarse por el suelo. Requiere de agua suficiente durante todas las temporadas del año, ya que no suele hibernar. Se puede regar tres veces a la semana, salpicando sus tallos y sus hojas, pero sin queden anegadas de agua, pues se quemarán al recibir el sol. Este riego debe ser muy temprano en la mañana, para que aproveche sus beneficios. También podemos esperar a que la tierra esté algo seca, para proceder al riego. La luz que recibe debe ser indirecta y filtrada, pero diaria.

Tiene una característica especial al mostrar unas hojas que parecen haber sido pintadas a mano con pinturas de acuarela. Cada hoja es única y diferente a todas las demás. Como todos los filodendros, puede ser tóxica para las mascotas, por lo que se recomienda mantenerlas alejas de la planta. Se recomienda aplicar un poco de fertilizante líquido cada dos semanas, limpiando las hojas al terminar para que los residuos no produzcan quemazón. Se usa sobre todo en macetas colgantes, de las que tanto hojas como raíces colgarán. Se mantiene bien en una temperatura que vaya de los 15 a los 35 grados.

Aquí encontrarás más información sobre el Philodendron hederaceum: cuidados, riego y reproducción.

Resulta muy atractivo por su color amarillo verdoso muy claro, casi neón. Requiere luz indirecta brillante o semisombra. Entre más luz reciba, más brillante será su color. Requiere un sustrato que permita salir el agua, y que se puede enriquecer con humus de lombriz. La humedad debe ser de media a alta. Puede sembrarse en una maceta colgante, o en una al lado de la pared para que trepe por la misma. En ambos casos es bueno asignarle un tutor, lo que también hará que sus hojas se vuelvan un poco más pequeñas.

Se distingue por sus elegantes hojas que comienzan en un color rojo burdeos, pasa por un oscuro color bronce, un tono casi negro, y luego verde, aunque el orden de los colores puede variar de planta a planta. Si las hojas se ven decaídas, son signo de mucha o de poca agua. Para corroborar de cuál de los casos se trata, introduce un dedo en la maceta. Si está húmeda es exceso de agua, de lo contrario hay que regarla. Si una hoja se pone amarilla, es signo de la edad, pero si hay varias amarilleando al mismo tiempo, puede ser exceso de luz. Al contrario, si los talles están creciendo muy largos y hay grandes espacios entre hoja y hoja, le falta luz.

Es una planta muy resistente que se da bien en macetas pequeñas. Puede medir unos diez centímetros de alto y sus hojas miden entre dos y tres centímetros. Por lo general no tolera bien el frío. Puede regarse cada dos días en verano y cada tres días en otoño e invierno. El agua de lluvia les cae muy bien, por lo que hay que recolectarla para regar nuestra maceta.

Esta planta tiene dos características especiales: sus hojas son de un tono de verde plateado que la hace lucir mucho y en lugar de trepar o de arrastrarse, forma pequeños arbustos en forma de ramos. Se reproduce a través de esquejes, que debe tomarse a partir del nacimiento de una hoja, y preferente se planta en primavera.

Tiene unas características vellosidades rojas en sus tallos y es de las más altas, pues llega alcanzar alturas impresionantes dentro de una casa. Aunque es de lento crecimiento, se recomienda la poda continua para no dejarla crecer hasta que sea difícil controlarla. Requiere de luz continua filtrada. Es una planta que prefiere estar seca a húmeda, por lo que recomienda regar con muy poca agua, cada tres o cuatro días.

Ahora que ya conoces algunos tipos de Philodendron, descubre también el Philodendron rugosum: cuidados, riego y reproducción.

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